Levante la mano quien nunca ha tenido en su vida un momento de rabia o euforia, o de distracción. Ninguno, verdad? Por supuesto, porqué a todo ser humano le puede occurrir algo que lo vuelva tenso, deprimido, de muy mal humor. O al revés feliz hasta la locura.
Sì, se sabe que esto le pasa a los adultos igual que a los chicos. No, no se considera casi nunca que puede resultar muy peligroso. Dejarse llevar por su (mal) genio trae cualquier cantidad de problemas. Acabar con algo valioso, por ejemplo: un lindo vaso de cristal, una casaca nueva o (peor) una muy buena amistad.
Mas vale controlar nuestras emociones. Pero siempre nos damos cuenta después, cuando ya es demasiado tardes para volver atrás.
Entonces, que hacer? Si estàs con problemas, nunca es una buena idea buscar la salida mas comoda. Los errores nos persiguen hasta que ajustemos la cuenta.
‘Los gatos no tienen siete vidas’ subraya la responsabilidad de nuestras acciones humanas y pone en evidencia que a veces las consecuencias nos castigan mas de lo merecido. Sì, la vida talvéz es dura y a veces hasta cruél. Pero Diego - el protagonista de este cuento - aprende, en su lucha interior entre la sinceridad y la mentira, a ser mas prudente, honesto y sincero, ya sea como hermano de Lily como amigo de Blanca.